La Cámara de Comercio de España rebaja las previsiones de crecimiento económico hasta el 4,7% en 2021 y el 5,5% en 2022

·         La escasez de determinados componentes, el encarecimiento de las materias primas y un ritmo en la ejecución de fondos europeos inferior al previsto explican la revisión a la baja de las cifras de crecimiento

·         Por el contrario, el mercado laboral acelera su recuperación: el empleo crecerá más de lo previsto con anterioridad y la tasa de paro será menor.

Madrid, 8/11/2021.- La recuperación de la economía española, tras el histórico desplome provocado por la pandemia, pierde el fuelle inicialmente previsto. La Cámara de Comercio de España ha rebajado sus previsiones de crecimiento de la economía, tanto para este ejercicio – del 5,9% al 4,7%- como para el próximo -del 6,2% al 5,5%.

Esta fuerte revisión a la baja se explica por múltiples factores: la escasez de componentes, que está afectando sobre todo a la actividad industrial (aunque también se está extendiendo a servicios con mayor vocación manufacturera, como el comercio al por mayor, el transporte y la logística, o determinados servicios profesionales); el encarecimiento de determinadas materias primas y suministros, o un ritmo de ejecución de los fondos europeos Next Generation inferior al planeado.

Por lo que se refiere a la demanda interna, el componente que experimenta la mayor rebaja es la formación bruta de capital fijo, que crecerá este año un 3,3% en lugar del 7,1% estimado con anterioridad, debido sobre todo a la inversión en construcción, que experimentará un descenso del 2,8%, frente al avance del 4% previsto en un principio. Este retroceso obedece tanto a un incremento de la demanda de vivienda y obra civil inferior a lo esperado, como al menor ritmo de ejecución de los fondos europeos.

Esta es también la causa del menor dinamismo del consumo público, que crecerá este año un 3%, frente al 4,8% calculado con anterioridad, y un 2,3% en 2021.

Los problemas de abastecimiento de bienes, componentes y materias primas se dejarán notar en la demanda externa, con un menor crecimiento de las exportaciones y, sobre todo, de las importaciones, si bien el sector exterior mantiene su pujanza con incrementos de las exportaciones del 12,6% este año y del 11,6% el próximo, y de las importaciones con un aumento del 10,7% y el 9,7%, respectivamente. En todo caso, el sector exterior de la economía española contribuirá positivamente al crecimiento, reflejo de la consolidada internacionalización de nuestro tejido empresarial.

A pesar de la ralentización en el ritmo de crecimiento de la economía, el mercado laboral se comportará mejor de lo esperado. Así, se revisa al alza la previsión de creación de empleo, tanto en 2021 como en 2022, a la vez que se espera un descenso más acusado de la tasa de paro, que se situará en el 15,3% este año y el 14,4% el próximo, en media anual. Entre 2021 y 2022 se prevé la creación de 1,6 millones de puestos de trabajo.

En relación con la inflación, se prevé un incremento del IPC del 2,7% de media anual este ejercicio y del 2,6% el siguiente, duplicando prácticamente la tasa media estimada con anterioridad para 2022, 1,4%. Se espera que las tensiones que se están produciendo en los precios de los suministros y las materias primas se reflejen en la inflación subyacente, sobre todo, el próximo año, cuando se anticipa una tasa media del 1,5%, frente al 0,6% estimado para el conjunto de 2021.

Reformas estructurales

En este contexto de recuperación económica más lenta de lo esperado y crecientes tensiones inflacionistas, resulta imprescindible acometer las inversiones y reformas estructurales que demanda la economía. Para ello, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, apoyado por los fondos Next Generation EU, representa una oportunidad histórica de cara a modernizar el tejido productivo y para impulsar la actividad y la creación empleo.

En paralelo, resulta también esencial establecer un compromiso a medio plazo creíble para la reducción del déficit y la deuda pública. Si no se avanza en este sentido desde este mismo momento, la economía española podría verse en dificultades ante una hipotética revisión de los programas de estímulo del BCE, de mantenerse en el tiempo el entorno inflacionario actual.